La aromaterapia en las sesiones de reflexología

En este nuevo post me gustaría compartir con vosotros la técnica de la aromaterapia y cómo la utilizo para acompañar las sesiones de reflexología.

 

La aromaterapia es un método natural destinado a la armonización de la salud física y mental mediante la utilización de aceites esenciales, y más concretamente de la actividad de sus moléculas bioquímicas.

Pero, ¿qué son los aceites esenciales? Un aceite esencial es el extracto líquido y concentrado; es la esencia de la planta aromática. En la mayoría de los casos, este extracto se obtiene a través de un proceso de destilación, ya sea sobre la hoja, la flor, la corteza, el fruto, etc, de la planta.

Pero además, en la aromaterapia es fundamental que ese aceite esencial se encuentre quimiotipado. Esto significa que haya sido definido tanto química, como biológica y botánicamente. Esta clasificación permitirá conocer en profundidad las moléculas que lo constituyen y que determinan las propiedades e indicaciones terapéuticas finales del aceite esencial, diferenciándolo así de otras plantas que, siendo aparentemente idénticas o de la misma especie, no disponen sin embargo de esas mismas propiedades.

 

Según su tipología, los aceites esenciales pueden aplicarse para su uso local sobre la piel, su posología oral o bien a través de su difusión en el ambiente, que es el método que yo acostumbro a emplear durante las sesiones de reflexología. Para ello existen diferentes dispositivos, desde los difusores en seco, los ultrasónicos o los que utilizan calor. En mi caso, utilizo un dispositivo ultrasónico, garante de la conservación de las propiedades del aceite esencial. Con el objeto de intensificar el efecto relajante al que induce la reflexología, me he permitido seleccionar algunos aceites esenciales quimiotipados especialmente indicados para combatir los estados de estrés, nerviosismo, angustia o ansiedad. De este modo, durante el transcurso de las sesiones el cliente puede respirarlos y olerlos, contribuyendo al proceso de relajación o efecto calmante.  

 

Entre los aceites esenciales conocidos por sus propiedades sedantes podemos citar por ejemplo la lavanda (Lavanda angustifolia ssp angustifolia), la mandarina (Citrus reticulata), el Ylang Ylang (Cananga odorata), la verbena exótica (Litsea citrata) o el geranio de Egipto (Pelargonium x asperum). Precisamente, en mi experiencia profesional acostumbro a utilizar sobre todo estos dos últimos, ya que según las opiniones recabadas de los usuarios, parecen resultar en general “más fáciles” o “menos comprometidos” en lo que a gustos o sensaciones olfativas se refiere. Así, algunos otros, igualmente efectivos en sus propiedades calmantes, pueden resultar penetrantes o intensos, más empalagosos o incluso algo especiales en cuestión de preferencias olfativas. 

Para su difusión en un dispositivo ultrasónico basta con verter unas gotas (yo acostumbro a poner entre tres y cinco, según la intensidad aromática del aceite esencial) sobre la superficie del agua contenida en el recipiente difusor. Al ponerlo en funcionamiento, las ondas ultrasónicas generan una especie de nube o bruma en el ambiente, en un proceso similar al de un humidificador de aire. Además el sonido del agua que se genera resulta muy agradable y tranquilizador.

 

Y con independencia de su aplicación profesional terapéutica, comentaros que si os gusta tener ambientado vuestro hogar, el empleo de estos aceites esenciales es muy recomendable, tanto por tratarse de esencias totalmente naturales y muy alejadas de los típicos olores sintéticos de algunos ambientadores domésticos, así como por sus múltiples propiedades ya comentadas, beneficiosas para vuestra salud.

 

En el mercado existen diferentes marcas de aceites esenciales quimiotipados que podéis encontrar en establecimientos como farmacias, parafarmacias, herbolarios u otros establecimientos especializados en herbodietética y nutrición , etc. 

Personalmente, yo acostumbro a utilizar la marca Pranarom. Esta empresa también comercializa sus propios aparatos difusores e incluso dispone de mezclas de aceites ya preparadas para su difusión, y que permiten crear ambientes olfativos específicos según gustos y/o necesidades (por ejemplo un ambiente provenzal, purificador, relajante o energizante). En muchas farmacias de Tarragona se pueden adquirir los productos de esta casa. Pero también existen aceites de calidad de otras marcas, como por ejemplo Ladrome, Florame, Herbes del Molí Durance.

 

Y para finalizar, si tenéis interés en profundizar más en la aromaterapia, os recomiendo la lectura de un par de libros: "Guía práctica de aromaterapia familiar y científica" y "Guía práctica de Aromaterapia - La difusión”, ambos del farmacéutico y aromatólogo Dominique Baudoux